Aplicaciones
El
aceite de árbol de té tiene amplia aplicación como antiséptico de
uso general para el cuidado de
la piel. Es particularmente útil en el cuidado de la piel contra
hongos y levaduras dermatofíticos y bacterias. También actúa sobre
pequeñas inflamaciones (i.e. Picaduras de insectos) y sobre
parásitos externos como garrapatas.
El
componente activo del aceite de árbol de té es el terpinen-4-ol.
Aunque cada partidad varía en su composición (bien sea por origen
geográfico, climatología o época) todos los estandares
internacionales sobre el aceite especifican una cantidad mínima
aceptable de terpinen-4-ol del 30%.
En
respuesta a la revisión a la que ha sido sometida en Europa, se han
buscado indicadores del nivel de oxidación y por ende el riesgo
alergénico. El ISO 4730 (2004) se ha decantado por el nivel de
p-cymeno (inferior al 8%) y estudios recientes lo apoyan como el
mejor indicador de la calidad del aceite.
Forma
de uso
Se
puede usar puro en pequeñas zonas y tratamientos cortos de un par de
días. Para zonas mayores o tratamientos de mayor duración es
necesario usarlo diluido. En general se recomienda que para el
cuidado del cabello y el cuero cabelludo se uso en champús en un 2%
más o menos. Para el masaje sobre los pies, hasta un 10% es
aceptable siempre y cuando no se exceda de las dos semanas. En todos
los casos se debe descontinuar su uso si se experimenta prurito o se
detecta un enrojecimiento tras su uso.
Precauciones
El
aceite de árbol de té puede irritar la piel en personas sensibles.
Aunque la incidencia de dicha alergia es pequeña (1-2%) y
principalmente cuando se usan aceites oxidados, es recommendable
realizar un “patch test” sobre el interior de la muñeca para
determinar si la piel es compatible.
El
envase y el cierre están pensados para minimizar la oxidación del
producto durante toda su vida útil, siempre y cuando se sigan las
instrucciones adecuadamente. Para asegurar una óptima calidad del
producto se recomienda cerrarlo inmediatamente después de cada uso y
almacenarlo en lugar fresco y alejado de la luz. Frascos de aceite
pasados de fecha, que supuren o que se hayan almacenado en malas
condiciones pueden haber sufrido una oxidación que los haga
inadecuados para un uso tópico.